Género: Trabajar y ser mujer en Bolivia

 Los datos que se proporcionan son muy preocupantes, un 75% de las mujeres bolivianas (el dato más alto de la región) ha sufrido un tipo de violencia física o sexual a partir de los 15 años a lo largo de su vida; los 3 primeros meses del 2021 ya se perpetraron un total de 36 feminicidios en el país.

Por otro lado y lo que al ámbito laboral se refiere, la brecha de participación en el mercado laboral es de aproximadamente 26 puntos porcentuales a favor el hombre; en gran medida por el tema de quehaceres domésticos y atención de los hijos que “culturalmente” todavía se supone labor que corre a cargo de la madre y donde la retribución por el mismo tipo de trabajo es alrededor del 10 al 15% menor en caso de tratarse de una mujer; hecho que objetivamente va en detrimento de toda lógica en relación a la equidad de género que pretendemos en nuestras sociedades y fuentes laborales (no creo que nos agradaría bajo ninguna circunstancia, que a nuestros padres o hijos les paguen un 15% más que a nuestras madres o hijas por el mismo tipo de trabajo, o hay alguien que sí lo ve correcto?).

Si bien hay indicios de estar avanzando en éste aspecto, según estudios se ha logrado bajar ésta brecha de reconocimiento salarial del casi 30% al 10% entre los años 1993 a 2018; algunos puntos que vemos que todavía pueden mejorarse como sociedad en su conjunto al respecto:

• Promover la participación en carreras STEAM a nuestras niñas, igual que hacemos con nuestros niños.
• Fomentar y valorizar la formación técnica (incluso por encima de algunas carreras universitarias: derecho, económicas, sociales que han mostrado cansancio y saturación de titulados).
• Promover la igualdad salarial y de ascenso laboral en ambos sexos.
• Promocionar el emprendimiento con buenas bases metodológicas y prácticas para aumentar la probabilidad de éxito en el mercado correspondiente y un medio de vida en el mediano y largo plazo.
• Son entre los que vemos con mayor urgencia y necesidad para ir sentando las bases de una equidad de género en condiciones realmente paritarias, éticas y justas.

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