Ni pluri, ni multi, promovamos lo intercultural

 

Definitivamente si hay algo que alimenta el espíritu humano y su conocimiento como ciudadano global es el conocimiento del otro, del diferente, del extraño, en ese sentido la pluriculturalidad se limita a constatar el carácter esencialmente diverso de un contexto particular; la multiculturalidad (término que es ampliamente utilizado en Norteamérica) refleja el respeto que se tienen entre los distintos colectivos culturales; sin embargo advertimos claramente en ambos que no promueven, ni fomentan explícitamente las interrelaciones, ni los feedbacks entre éstos; aspecto que indudablemente conferiría ese carácter diverso, práctico, dinámico, interactuador y enriquecedor a éste asunto.

Justamente en esa búsqueda de integración y mutua relación es que aparece el concepto y entrando con fuerza la “interculturalidad” que viene a construirse sobre la convivencia de los colectivos culturales y se encuentra basada en la generación de una relación recíproca que gira en torno al valor del otro, del distinto, y se constituye en un fin y un medio para contrarrestar las relaciones entre las diferentes culturas, marcadas por el carácter etnocéntrico que desemboca en la discriminación y la exclusión en los ámbitos sociales, económicos y políticos.

Precisamente el siguiente artículo presentado en El País, hace referencia a éste apartado y a cuán en serio debemos tomarnos el concepto de interculturalidad y su modo apropiado de asimilarlo e introducirlo en nuestra cotidianidad.

Para leer el artículo completo entrar al siguiente enlace:
https://elpais.com/elpais/2018/05/18/migrados/1526657171_889852.html